domingo, 23 de diciembre de 2012

Torre de Dios: Piso 2: El infierno de Evankhell Guardián:¿? Fin del piso 2.

Piso 2: El infierno de Evankhell Guardián:¿? Fin del piso 2.

Se observo los dedos de los pies, moviendolos hacía arriba, hacía abajo, a la derecha, a la izquierda. Suspiro y se recostó en el banco, una cosa estaba clara, estaba muy aburrida. Cerro los ojos e intento recordar la brisa marina, acariciando su piel y el olor a mar llenando sus fosas nasales, pero le imposible. En un mes había olvidado el que un día fue su hogar. Aunque seguía recordando los rostros de las monjas y de los otros niños huérfanos, sabía que los olvidaría.
Un nudo se formo en su estomago, ahora su futuro estaba allí, en la torre de dios, lo quisiese o no, jamas podría salir de allí. Sentía cierta añoranza, pero ya no había vuelta atrás, tampoco se arrepentía, una de las cosas que había aprendido de Utau era que jamas debía arrepentirse, 
Zoe se volvió a sentar y miro a Mizi. Tras la prueba, se había desmayado y llevaba ayer así. No parecía tener un buen sueño, se movía demasiado y decía palabras sin sentido, como princesa, pero Zoe no sabía a lo que se refería exactamente. Había estado tentada en varias ocasiones en despertarla, pero cambio de idea en seguida y se volvía a sentar en el banco. Tenía que dejarla dormir, se había esforzado demasiado en la anterior prueba.
Los parpados de Mizi temblaron hasta que se abrieron. Sus ojos rojos, desorientados, miraban hacía todos lados buscando algo, que probablemente no estaba allí. Se levanto de la cama mareada, apoyando su mano en la cama.
-Mizi- dijo Zoe- he conseguido abrir un segundo compartimento.
Zoe extendió las manos, cerro los ojos y se concentro. Apareció una luz brillante entre sus manos, a los pocos segundos apareció una segunda luz. La mantuvo durante unos minutos y desapareció apagándose con lentitud.  Cuando Zoe abrió los ojos, Mizi la miraba sorprendida.
-¿Eso es lo primero que me dices después de estar inconsciente?- pregunto Mizi algo aturdida.
-Si- acto seguido se levanto del banco- porque ya sabia que estabas bien.
-Vayas cosas más raras me dices- contesto Mizi.
Esta vez, Zoe le respondió con una sonrisa. Ayudo a Mizi a levantarse y salieron del cuarto de esta ultima.
-Acompáñame a ver a Utau- dijo Zoe mientras avanzaban por el pasillo.
A la mente de Mizi, vino el recuerdo de Utau, en la ultima prueba, "Oscuridad" en su mirada, no era la muchacha que ella recordaba y que le había acompañado durante el ultimo mes como regular.
-¿Qué le ocurre?- pregunto Mizi-¿Esta herida?
-No- dijo, Mizi suspiro aliviada- pero creo que quiere abandonar.
-¡No puedo hacer eso!- dijo Mizi asustada- pronto estaremos en el siguiente piso y no puede desaprovechar esta oportunidad...
-Se siente demasiado mal- dijo interrumpiendo a Mizi- por lo ocurrido en la anterior prueba, piensa que puede hacerle daño a cualquiera si no la detienen.
Por primera vez, Mizi, pudo ver a Zoe agobiada, ni si quiera en las anteriores pruebas había estado de aquella forma. Juntas continuaron avanzando por el pasillo en silencio.
-¿ Cómo esta Archao?- pregunto Mizi recordando el ataque que había sufrido por parte de Utau durante la anterior prueba.
-Bien- dijo Zoe- dando saltos literalmente, esta enseñando a Ari a reforzar su cuerpo con shinsoo.
Mizi suspiro aliviada y justo en aquel momento llegaron a la habitación. Zoe toco a la puerta, pero no hubo respuesta, suspiro malhumorada y volvió a tocar, pero siguió sin haber respuesta.
-Abre- dijo, pero siguió sin haber respuesta- Utau como no abras me colare por la ventana.
-¡Vete!- grito un voz ronca desde el interior.
-Abre, por favor Utau- dijo Mizi- quiero hablar contigo.
Se escucharon pasos desde el interior y el pestillo de la puerta, dejo de prohibir la entrada. Mizi corrió la puerta y entraron al cuarto. Las cortinas estaban cerradas y apenas entraba luz por ellas, la sala estaba completamente a oscuras. En la cama había un bulto tapado por mantas. Mizi avanzaba por la sala con rapidez y se sentó en la cama.
-Venga Utau- dijo sonriendo- dúchate, sal de aquí, y vamos a ver si pasamos al siguiente piso.
-Voy a renunciar- dijo saliendo de su escondite, sus ojos estaban enrojecidos y parecían a punto de ponerse a llorar de nuevo- eh puesto a las dos en peligro por perseguir un sueño, debo de dejar de pensar tanto en mi.
-Entonces yo también renunciare- dijo Mizi.
-Y yo- dijo Zoe
-¡No podeis hacer esto por mi!-grito Utau.
-Hacemos lo que queremos- dijo Zoe- ademas, no sera igual si no estas para que te supere.
Utau sonrió, y de golpe se puso a llorar. Mizi la abrazo y le dedico palabras de consuelo.
-Pero que te quede claro una cosa- dijo Utau cuando dejo de llorar- jamas podrás superarme.
-Ya lo veremos- murmuro Zoe.
Utau salio de la cama, con energías renovadas. Se ducho, se cambio de ropa y salio de su cuarto, lanzando pullas a Zoe, que respondió con mucho agrado a cada una de ellas. Las tres chicas se dirigieron a la que posiblemente fuera el ultimo resultado que recibirían en aquel piso. Llegaron a una sala redonda, recorvada a las salas de las universidades, la altura de la sala iba ascendiendo para que todo el mundo pudiese atender, En el centro de aquella sala estaba Yu Han Sun, el hombre con pinta de mujer, Quant el que casi las mata durante la prueba del escondite, y Lero-Ro , junto con los demás administradores de pruebas. Archao ya estaba allí con Ary y Aqus. Allí estaban todos los regulares que no había fallado ninguna de las anteriores pruebas hasta aquel día. Zoe se sentó junto a Ari y las demás  Utau se sentó lo más alejada posible de Archao, aun debía de sentirse mal por lo ocurrido en la anterior prueba.
-Bienvenidos regulares- dijo Yu Han Sun, el administrador más poderoso de aquel piso- por fín les daremos los resultados de este piso.
A su espalda se ilumino una pantalla con los nombre de los regulares que pasaban al siguiente piso. Zoe contuvo la respiración, hasta que encontró su nombre junto con el de Mizi, Utau también había pasado, pero no mostraba ninguna emoción exceptuando una sonrisa de satisfacción. Ari y Aquamarine fueron más expresivas y saltaron de alegría. Pero no solo había alegría  otros regulares no había tenido tanta suerte. Aunque sintió cierta pena por ellos, estaba aprendiendo que para subir la torre debía pisotear a los demás  aunque no le parecía la mejor forma de hacerlo, así era la cruel realidad.
El resto del día lo pasaron celebrando que habían pasado. La mayoría gastaron algunos de sus puntos sin reserva. Compraron comida y bebidas para varios días. Incluso Archao y Utau, las más serias del grupo, se soltaron un poco el pelo y bebieron más de la cuenta, incluso Utau intento besar a Kaito, el único chico del grupo, que desapareció durante el resto del día.
La fiesta se alargo hasta bien entrada la noche. La mayoría acabaron borrachos y se quedaron dormidos por el suelo. La única que volvió a su cuarto aquella noche fue Mizi.

Al día siguiente, Zoe se despertó con grandes dolores de cabeza y mareada. Apenas recordaba nada de la noche anterior, ni si quiera sabía de quien era aquel cuarto. Se había quedado dormida en el suelo y le dolía la espalda. Sentía breve pinchazos en toda la columna. A su lado, Ari dormía a pierna suelta, con una botella vacía en su manos. La miro durante un rato pensativa.
-¿Qué hice anoche?- murmuró rascándose la cabeza.
En silencio para no despertar a la gente que había allí durmiendo, se levanto y salio del cuarto intentando hacer el menor ruido posible, andando de puntillas. Abrió la puerta con sigilo y la cerro tras de sí, con un solo click.
Volvió a su cuarto en silencio, sabiendo que en unas horas estaría en el tercer piso. Se sentía extraña pensando en el orfanato, ella ya no pertenecía a aquel lugar, su hogar era ahora la Torre de Dios, y lo seguiría siendo hasta el resto de sus días. Ahora se le hacía raro pensar que jamas volvería a ver a los demás huérfanos ni a las monjas. Ella viviría cientos de años, mientras que ellos morirían en unas décadas, un nudo se le formo en el estomago.
Entro en el que había sido su cuarto hasta aquel día. Abrió el armario, donde habían un par de camisetas y pantalones, todos con el signo E13 bordado en su tela. Hacía un par de días había comprado una bolsa, donde lo metió todo. Aquellos era todas su pertenencias, era aun poco triste.
-Bolso modo visible- dijo y al instante, ante ella apareció una bola negra- bolso modo almacenamiento-  la bola negra se trago el bolso, así no tendría que carga con ella todo el día- bolso modo invisible.
Se dio una ducha que duro media hora, necesitaba que el agua se llevase todo sus pensamientos, necesitaba la mente en blanco. Sin nada en lo que pensar solo actuar. Se seco el pelo y el cuerpo con rapidez. Se recogió el cabello en una coleta alta. Se puso unos baqueros con unas zapatillas y una camiseta de manga corta.
Salio del cuarto sabiendo, que sería la ultima vez que estaría allí, a partir de aquel día sería así. Se dirigio al comedor, bastante pronto, la única que estaba allí era Mizi. Ninguna de las dos hablo durante el desayuno y tampoco se despidieron, estaban perdidas en sus pensamientos. Zoe fue a buscar a Yuga, el que había sido su maestro durante el mes anterior, aunque al principio le parecía que tenía algo sospechoso, había aprendido apreciar sus enseñanzas como controlador de hondas. Lo busco por todo el edificio, pero no encontró su presencia por ningun lado.
-¿Busca a alguien señorita Zoe?- dijo una voz conocida.
La muchacha se giro al tiempo de ver a Lero-Ro, no iba  con su ropa habitual de administrador de pruebas, si no que iba con un traje chaqueta  negro, y camisa blanca y una corbata del mismo color del traje.
-Buenos días señor Lero-Ro- dijo amablemente- buscaba a Yuga, me quería despedir personalmente de él.
La cara del hombre se volvió sería de golpe.
-El señor Yuga a dimitido de su puesto de administrador de este piso hace varios días-dijo con voz.
-Que pena-dijo Zoe decaída- me hubiera gustado despedirme de él...
-¿Le puedo hacer una sugerencia señorita?- dijo interumpiendola
-Si...-dijo un poco asustada.
-Si se vuelve a encontrar con Yuga- dijo- huya lo más rápido que pueda.
Después de aquellas palabras, se dio la vuelta y se fue, sin dejar que Zoe le respondiera. La muchacha sintió su corazón palpitando con fuerza en su pecho, asustada por un inminente peligro que se acercaba a ella sin poder verlo. Respiro y cuando se relajo fue a la sala donde la había convocado para llegar al siguiente piso.

Cuando llego a la sala. sus compañeros ya estaban allí, hablaban alegremente entre ellos. Zoe se unió la conversación que mantenía Archao y Utau sobre lo que había pasado la noche anterior.
-Veo que ya están capacitados para pasar al siguiente piso- dijo Yu Han Sun interrumpiéndoles las charlas- queridos regulares. Creo que ya es hora de decir adiós. Espero que sus viajes futuros estén bendecidos con suerte. Adiós regulares.
Una pequeñas luces se cernieron sobre ellos. Eran cálidas y muy brillantes, Zoe disfruto de aquella sensación.
-Espera a que sea una rango- dijo Utau señalando a Yu Han Sun- te pateare el cuelo maldita cafetera.
-¡Utau!- le gritaron Mizi y Zoe a la vez.
-Es verdad- dijo Utau-lo haré, solo le advertía de lo que podía pasar.
Yu Han Sun no pudo escuchar la contestación de Zoe y de Mizi, ya que fueron llevadas la siguiente piso antes de que pudiera oírlas. Sonrió divertido ante la amenaza de Utau, salio de la sala, dirigiéndose a recibir a los siguiente regulares.

Fin del segundo.



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