Capitulo 5 La primera profecía
La mujer contemplaba la ciudad de Tokio desde el lujoso rascacielos, tenía los ojos rasgados. Podía escuchar los pensamientos de cada una de las personas que andaban por las calles de la ciudad que no parecía dormir nunca. Odiaba el calor de aquel cuerpo humano, con aquellos brazos y piernas que le resultaban repulsivos, lo único que le agradaba era su pelo. Shizuko tenía ya casi cuarenta años, aunque aparentaba ser más joven gracias a las numerosas cremas que se untaba en el cuerpo.
La vejez se le acercaba. Sabía que si no encontraba el mundo que había creado el séptimo, moriría en aquel vacío mundo como un humano cualquiera, aunque no lo era. Era una reina sin reino, ella debía gobernar su mundo. Desde hace varios años, el hibrido la ayudaba a encontrara su mundo, aunque sin ella sería casi imposible conseguir nada…
Oyó una llamada mental, como se atrevían a hacerlo desde su propia casa, como no era el idiota del hibrido, un monstruo que jamás debió de ser creado.
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<< ¿De que se trata?>>
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Erik esquivo por los pelos la espada de hielo. Debían de destruir aquellas estatuas, si querían vivir. El hada le golpeo con el báculo en la rodilla, se mantuvo firme, aunque le doliera mucho, aprovecho el momento para golpearle en la cara, perdió el equilibrio. Eva agarro el báculo y se lo arranco de las manos, el hada se quedo paralizada, volvía aparecer una estatua corriente. El báculo comenzó a palpitar como una estrella.
La espada de fuego, rozo las costillas del muchacho, el filo quemo el cuerpo de Erik. Eva vio que su hermano se encontraba en apuros, instintivamente, volteo el báculo como tantas veces había hecho Victoria en el pasado, y antes lo hizo Ayshel. El ataque mágico dio justo en el blanco, destrozando la estatua de Aldun en miles de pedazos. Erik recogió la espada del dios del fuego, se sintió muy seguro de si mismo, estaba caliente, pero no llegaba a quemar. El séptimo le lanzo de nuevo una estocada, Erik interpuso la espada de fuego entre ellos. Noto como la temperatura aumentaba. Eva volteo el báculo de nuevo, el ataque destruyo la estatua del séptimo al igual que la de Aldun.
La vejez se le acercaba. Sabía que si no encontraba el mundo que había creado el séptimo, moriría en aquel vacío mundo como un humano cualquiera, aunque no lo era. Era una reina sin reino, ella debía gobernar su mundo. Desde hace varios años, el hibrido la ayudaba a encontrara su mundo, aunque sin ella sería casi imposible conseguir nada…
Oyó una llamada mental, como se atrevían a hacerlo desde su propia casa, como no era el idiota del hibrido, un monstruo que jamás debió de ser creado.
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<< ¿De que se trata?>>
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Dos hijos de los sheks
Dos hijos de los unicornios
Dos hijos de los dragones
La dama de blanco despertara sus esencias dormidas
El séptimo volverá y se unirá a los seis contra un mal mayor…>>
<< ¿Hay algo más?>>
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Shizuko suspiro, aquello podría significar una nueva oportunidad, pero sabía que podría significar la extinción de la raza. Como shek, busco cada una de las opciones y las analizo.<
……..
El hada volteo de nuevo el báculo, Eva lo esquivo por los pelos. Erik esquivaba a la estatua del séptimo y la del dios Aldun. El séptimo era veloz como un gato, Aldun atacaba de frente con poderosas estocadas. Intentaron llegar a la biblioteca, pero las estatuas les paraban el paso, los intentaban acorralar. Eva le lanzo una patada al estomago del hada, era la mas poderosa de los tres. Ni si quiera se inmuto, volteo el báculo, rozándole el hombro. Eva hizo un gesto de dolor. Su madre y Jack la habían entrenado desde pequeña, pero aquellas estatuas eran invencibles, no sentían dolor.Erik esquivo por los pelos la espada de hielo. Debían de destruir aquellas estatuas, si querían vivir. El hada le golpeo con el báculo en la rodilla, se mantuvo firme, aunque le doliera mucho, aprovecho el momento para golpearle en la cara, perdió el equilibrio. Eva agarro el báculo y se lo arranco de las manos, el hada se quedo paralizada, volvía aparecer una estatua corriente. El báculo comenzó a palpitar como una estrella.
La espada de fuego, rozo las costillas del muchacho, el filo quemo el cuerpo de Erik. Eva vio que su hermano se encontraba en apuros, instintivamente, volteo el báculo como tantas veces había hecho Victoria en el pasado, y antes lo hizo Ayshel. El ataque mágico dio justo en el blanco, destrozando la estatua de Aldun en miles de pedazos. Erik recogió la espada del dios del fuego, se sintió muy seguro de si mismo, estaba caliente, pero no llegaba a quemar. El séptimo le lanzo de nuevo una estocada, Erik interpuso la espada de fuego entre ellos. Noto como la temperatura aumentaba. Eva volteo el báculo de nuevo, el ataque destruyo la estatua del séptimo al igual que la de Aldun.
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