lunes, 21 de enero de 2013

Torre de dios. Piso 20. Guardián: ¿? Evaluador:¿? Prueba: Ultima oportunidad.

Torre de dios. Piso 20. Guardián: ¿? Evaluador:¿? Prueba: Ultima oportunidad.
La muchacha cerro los ojos, respiro hondo e intento concentrarse por séptima vez desde hacía una hora. Sintió como el shinsoo de la zona se concentraba en sus manos. Abrió uno de los ojos y vio una pequeña luz, flotando. Volvió a cerrar los ojos, y siguió concentrándose, formando una nueva luz en su mano. Respiro hondo de nuevo, preparándose para abrir un tercer compartimento. Se concentro aun más que las veces anteriores, incluso pudo notar una gota de sudor descendiendo por su frente. La tercera luz estaba a punto de formarse, cuando, algo impacto en su cabeza, haciendo que perdiera por completo la concentración. Enfada se quito la camiseta de Zoe de la cara.
-Yo no he sido- dijeron las dos a la vez.
Mizi se levanto del suelo y recogió la camiseta con la que había sido golpeada hacía unos momentos.
-Estoy harta de que cada vez que intente entrenarme- dijo lanzando la camiseta de Zoe a su legitima dueña- os pongáis a pelear.
Enfadada, Mizi, se dirigió a la entrada del piso y con enfado, cerro la puerta, dejando a las dos muchachas solas en el apartamento. 
Hacía siete años que habían abandonado el segundo piso, y aun le parecía que había sido ayer. Estaban en el piso veinte, atascadas desde hacía dos años, pero no era lo único por lo que estaban atascadas en aquel lugar. Durante una de las pruebas de los pisos inferiores, Mizi resulto herida de gravedad y tuvo que guardar reposo durante un año, las únicas que se quedaron atrás para esperarla fueron Zoe y Utau. Ella misma les pidió a las demás que se fueran sin ella. Habían perdido la pista de sus compañeras hacía tiempo, lo único que esperaba es que estuvieran bien.
Perdida en sus pensamientos deambulo durante un rato, hasta que noto que el estomago comenzó a rugir y volvió al apartamento. A partir del piso tres, si fallabas un prueba podías volver a tomarla, pero pagando una gran suma de puntos. También podías alquilar un apartamento, aunque costaba mucho puntos. Ellas tres compartían uno muy pequeño, apenas cabían en el. 
Cuando volvió al apartamento, encontró a Utau cocinando, y a Zoe tirada en el sofá  Mientras que ella había estado fuera, debían de haber tenido una pelea, como solía pasar, aunque la mayoría de las veces, era delante suya. su relación se había resentido en los últimos meses. Habían perdido muchos puntos en las anteriores pruebas, y apenas les quedaban para tomar la siguiente, aquella sería su ultima oportunidad.
Tomarían la prueba aquella misma tarde, y podría ser su fin como equipo, ya que sus lazos se estaban rompiendo. Aquella podría ser su ultima oportunidad para continuar siendo amigas.
Ayudo a prepara la comida a Utau, ya que parecía ir muy aturada. Una de las formas que tenía para desahogarse era cocinando, ya que no podía golpearse con nadie desde hacía meses, que habían tomado la ultima prueba y Zoe no tenía muchas ganas de que entrenar con ella, ya que últimamente se llevaban como el perro y el gato.
Comieron en silencio, con el único sonido de los cubiertos golpeando el plato. Mizi respiro hondo, la siguiente prueba podría alegrarlo todo o destruirlo por completo, necesitaban pasarla, o podría ser su fin como equipo y amigas. Terminaron de comer y Zoe fregó los platos, y después cada una se preparo para en solitario para la siguiente prueba. Para Mizi todo aquello era difícil, pero tenía que ser fuerte por ellas dos.

Zoe se encontraba en un ascensor, esperando a que llegara al piso para realizar la prueba, las habían separado al principio y hacía un rato que no sabía nada de las demás. Estaba preocupada por Mizi,  había estado preocupada por el resentimiento que tenía hacía Utau desde hacía meses. Aunque a ella le daba igual, no quería que su amiga se sintiera mal por su culpa, por eso preferían discutir cuando ella no estaba delante, pero normalmente  lo hacían en cualquier momento.
El ascensor se paro en seco, haciéndola volver a la realidad de golpe, recordó lo que le había dicho el evaluador, cada diez minutos entraría un regular, y hasta llegar a diez. Los que hubieran sobrevivido pasarían a la siguiente prueba, algo fácil, esperaba no encontrarse  con regulares que tuvieran ganas de pelear. La puertas se abrieron dejándola pasar, a una sala, en forma circular, con una claraboya en lo alto, pero parecía que no era la primera en llegar, habían un grupo de regulares, allí reunidos, y no parecían muy felices.
Había una niña demasiado pequeña, un hombre muy grande, como un oso, una mujer de grandes gafas, un chico rubio con cuernos en la nuca,  un hombre alto de cabeza plateada y rapada, y un muchacho de cabello castaño oscuro bastante largo para ser un chico.
Parecía que el muchacho de cabello castaño se había rebelado contra los demás, Zoe lo miro mejor, no parecía ser muy poderoso, incluso parecían igual de altos. No entendía nada. El hombre con pinta de oso, intento tranquilizarlo, pero este tenía ganas de pelea.
El muchacho de cabello castaño comenzó a pelear con el hombre con pinta de oso, y el alto de cabeza plateada, pero se deshizo de ellos de un plumazo. De sus manos salieron unas especies de llamas azul oscuro, que arremetieron contra los dos hombres, que fueron lanzados contra las paredes. Zoe se quedo paralizada y abrió mucho los ojos, ¿Como era capaz un regular del piso veinte producir aquella destrucción?
-Esa marca...-dijo la chica de las gafas extremadamente grandes- podría ser... ¿FUG?.
-Es imposible- dijo el chico rubio.
Pero la mente de Zoe dejo de escuchar y observo más detenidamente al muchacho. Su cabello castaño oscuro, lo llevaba recogido en una coleta alta, y el flequillo le tapaba los ojos. Su piel era impoluta y muy clara, vestía con un jersey negro, y lo que parecía una tela atada a su cintura, negra, en ella estaba la marca de la que había nombrado la otra chica, eran circunferencias rojas, en ellas había otras más pequeñas negras. Llevaba unos zapatos de vestir marrones.
La mente de Zoe se centro en una cosa Jem. En su mirada completamente perdida, sin el brillo de la vida que tanto le caracterizaba. La rabia le consumía por dentro como un veneno, por primera vez en mucho tiempo, tenía a un miembro de aquella organización. Solo se le ocurría una cosa. Muerte. Sin pensárselo dos veces se lanzo contra el.
Su mano se ilumino como tantas veces había hecho, se había hecho fuerte durante aquellos años. Había entrenado muy duro durante horas, para llegar hasta aquel momento. Cogió desprevenido al muchacho, pero con rapidez consiguió esquivarlo con un elegante movimiento de piernas, concentre de nuevo el shinso, pero ya fue demasiado tarde, de su mano derecha, apareció una especie de llama azul oscuro. Aquel extraño poder se extendió como una honda, haciéndola chocar  contra la pared con gran fuerza.
Entonces de golpe, la puerta se abrió dando paso a un nuevo participante, que resulto ser Mizi. El miembro de FUG  se lanzo contra ella con aquella llama azul que casi la mata. Zoe se levanto con la mayor rapidez, reforzando su velocidad con shinsoo, consiguió tirar al suelo a Mizi, agarrándola de la mano justo en el momento que su poder choco contra la puerta, y la daño seriamente. El muchacho reacciono con rapidez, su puño cerrado, intento volver a golpearlas, pero, consiguieron rodar por el suelo a tiempo. Arrastrándose como pudieron, hasta quedar de pie y alejarse de su atacante.
-¿ Quién es?- dijo Mizi algo agobiada, se le podía notar que le faltaba el aire por aquel momento.
-Un miembro de FUG- dijo Zoe tragando saliva, era hora de ponerse sería, tendría que utilizarlo quisiese o no- Mizi aléjate.
La muchacha miro a su amiga a preocupada, Zoe le sonrió para tranquilizarla, aunque ni ella misma estaba segura de que fuera a funcionar, aun lo estaba perfeccionando. Alzo su brazo y lo sostuvo en alto, sujetándolo con el otro. El miembro de FUG no le hacía casó en aquel momento, el hombre con pinta de oso y el de cabeza plateada estaban muy ocupados luchando entre sí, como para preocuparse de lo que planearan ella. Parecían haber unido fuerzas para acabar con el muchacho.
-Perfecto...-murmuro Zoe.
En su mano comenzó a concentrarse una masa negra que lo rodeaba, a su alrededor  se formaban reacciones eléctricas, como electricidad de colo negro. Aquello ocurría por la unión de su haki junto con el shinsoo de la zona, lo había descubierta hacía unos años, pero no había conseguido perfeccionar hasta hacía unos días. Justo en aquel momento en que su ataque finalizaba, el muchacho se deshizo de los otros dos regulares.
-Comete esto-dijo, libero su ataque, una columna negra salio disparada desde su brazo.
La columna negra, toco la pierna del muchacho que lo hizo caer de rodillas. Pero apenas fueron unos segundos, porque enseguida se levanto otra vez como si no hubiese ocurrido nada, aquello hizo enfadar a Zoe, más de lo que estaba.  Pero no les presto atención a ninguna de las dos, miro al chico rubio y empezó a perseguirle, como su próximo objetivo. El chico rubio con cuernos ojos en la nuca huyo como un despavorido, mientras lanzaba bombas de shinsoo, que  apenas parecían hacerle efecto.
-¿Es idiota?- pregunto Mizi más relajada.
-Eso creo- dijo mientras observaba al muchacho rubio gritando como una nena, por toda la sala.
El miembro de FUG  lo alcanzo y lo hizo caer de espaldas agarrándolo de sus cuernos rojos. Su mano se formo de nuevo aquel fuego azul  y lo golpe, pero se giro a un lado, su mano se choco contra el suelo, formando un cráter como si allí hubiera caído un meteorito. Esta vez el miembro de FUG parecía querer asegurarse de que moriría, formando el fuego azul en sus dos manos. El chico rubio saco una bomba más de cinturón, y se parto rulando en el suelo.  Una gran nube de polvo se formo. Entonces tosió. El miembro de FUG estaba herido, Zoe abrió los ojos como platos, no podía creerse lo que estaba sucediendo, un ataque que había tardado años en perfeccionar, apenas le había rozado, y una bomba que ni si quiera contenía shinsoo le había toser sangre y sufrir heridas.
-¿Por que te quedas mirando?- grito el hombre de la cabeza plateada- ¡Dale otro golpe, ¿Por qué pierdes tu oportunidad? Idiota!
El muchacho rubio parecía dudar, pero enseguida reacciono lanzando una segunda bomba, que provoco una nube de polvo. En cuanto se disipo pudieron verlo, una especie de exoesqueleto rojo, que surgía del miembro de FUG, sus heridas se curaron con lentitud hasta no quedar ninguna, como si no hubiera ocurrido nada.
-¿Qué es eso?- le pregunto Zoe.
-Jamas había visto algo similar- dijo Mizi tragando saliva- ni si quiera algo parecido.
El exoesqueleto rojo, desapareció, entonces, el muchacho se levanto del suelo como si no hubiese ocurrido nada, dirigió su mirada hacía le chico rubio. Pero un pitido que resonó por toda la sal dio por finalizada la prueba.

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